2 February 2016

LA ESPLÉNDIDA DESOLACIÓN


A propósito del histórico Edificio España se produce estos días en Madrid un debate estéril a nuestro juicio. El grupo Wanda, propietario del inmueble desde julio de 2014, siempre ha defendido la demolición del edificio y su posterior reconstrucción "piedra a piedra" como hotel y apartamentos de lujo, una suerte de Big Bang inmobiliario. Poco después, la Comisión Local de Patrimonio Histórico prohíbe la demolición de la fachada principal y laterales por encontrarse protegidas y Wanda -nombre simpático como de pez llamado- ve peligrar la rentabilidad de su inversión para enorme "disgusto" de una buena parte de la oposición madrileña right wing. Estos días la negociación entre ambas partes se ha vuelto cercana y propositiva, conoceremos en breve el destino incierto de las tres fachadas ya que el resto del edificio, y todo lo demás, parece condenado irremediablemente a la piqueta. La arquitectura ya no existe, presentimos.

Uno se pregunta si el Edificio España, vacío y abandonado, no representa así desamparado, un signo certero de la ciudad actual y quién sabe si también de la ciudad del futuro, ésa que en teoría ya construimos hace tiempo. La arquitectura devastada y desierta se despliega como una fantástica oportunidad urbana y cultural para aceptar, de una vez por todas, la desolación (1). ¿De veras la solución extraordinaria se encuentra en la preservación de una fachada -de veintiocho plantas- adherida como maquillaje barato a un novísimo hotel de lujo posterior? ¿Por este sueño hemos combatido? (2) No todo lo que inquieta puede ser embellecido, no aceptamos -como proyecto de arquitectura- la reducción de la memoria a un ejercicio binocular de un fachadismo recalcitrante: ¿y si las fachadas fueran lo único de lo que tal vez se pudiera prescindir? ¿Y si lo verdaderamente memorable de este edificio -su núcleo irreductible- fuera precisamente lo que la fachada esconde, es decir, su estructura? 

Frente a la demolición total (Wanda) o parcial (Ayuntamiento y Patrimonio) proponemos la aceptación del abandono como un signo fascinante de nuestro tiempo: solo desde el respeto integral de la estructura se podrán desplegar posteriormente estrategias de aceptación y colonización, una poética de la desolación que habilite intervenciones abiertas y usos palpitantes como el corazón mismo de la ciudad de Madrid, una de las más receptivas y acogedoras del Mundo. No podemos demostrarlo, pero intuimos que la rentabilidad de una estrategia inclusiva y poética, una auténtica investigación transversal al margen de cualquier simplificación especulativa, decíamos la rentabilidad, entendida como un bien preciado y deseable para todos, tendría lugar. Hace tiempo un amigo me contaba que en Francia la arquitectura depende del Ministerio de Cultura, aquí en España, del Ministerio de Fomento. Sobran los comentarios, pero no la solicitación inexorable de una cultura más atenta a los tesoros ocultos y abandonados: la cultura de la espléndida desolación.

No somos
vamos siendo
aquello que hemos despreciado (3)

NOTAS

(1) El espléndido documental Edificio España dirigido por Víctor Moreno, describe el proceso de vaciado del edificio por parte del banco Santander como paso previo a su venta. El largometraje no pudo emitirse durante un tiempo ante las trabas de la propia entidad financiera, que entendía el film como un inconveniente comercial de cara a la promoción y venta del inmueble.
(2) Cuenta la prensa de la época que la fachada se resistía a aparecer, la obra se retrasaba debido a la desaparición misteriosa y continuada de precisamente, los materiales de la fachada. Como si un pasado premonitorio y castizo nos señalara el camino. Finalmente se descubrió como casi siempre a los ladrones de ladrillos. Recomendamos ver la historia completa aquí.
(3) Chantal Maillard, La herida en la lengua, Barcelona, Tusquets, 2015, pág. 67.

Imagen: Edificio España en construcción, 1951. Autor desconocido.

8 comments:

  1. Qué excelente reflexión, me identifico totalmente con lo dicho...

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  2. Gracias Isabel, viniendo de una experta en rehabilitación es todo un halago, si me permites también un consuelo. Saludos.

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  3. Excelente comentario. Mientras sigamos teniendo los "excelentes políticos" que tenemos, tendremos que ver muchas y variadas gestiones arquitectónicas como ésta. Menos mal que siempre nos quedará el Louvre con su acertada pirámide de Pei

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  4. Gracias por tu sosegado tiempo y buen decir.

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  5. El debate que a mi me interesa Manuel se encuentra en los mecanismos que habilitan la toma de decisiones en este tipo de proyectos. Asistimos aquí a una pugna legítima entre Rentabilidad y Ley, interesaría establecer algunos mecanismos de arbitraje cultural y social, algo que se debería impulsar desde una administración sometida al "negro sobre blanco" de leyes y más leyes para las que un buen puñado de abogados siempre parece encontrar alternativas rentables y convenientes para su cliente. El modelo cultural que construye las ciudades (y Madrid en concreto) es hoy francamente mejorable. Nosotros hemos propuesto el debate sobre la transformación del edificio, hay partidarios de la demolición total y de la conservación total, abrimos aún más el abanico, aunque tal vez convendría hacerlo de una vez con proyectos concretos y comprobar nuestra propia capacidad de sorpresa. Saludos.

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  6. En Extremadura,Arquitectura y Vivienda están adscritas a la Consejería de Sanidad !! :O

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    1. Eso sí que es velar por la salud de la arquitectura...literalmente!

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