“Construir un muro con piedras
sin labrar, sin mortero, en seco, puede que haya sido el primer paso que los
hombres dieron en busca de aquello a lo que hoy llamamos arquitectura” (1). La
idea del muro como tercer espacio, como frontera profunda, sólida y material
entre dos mundos, fue progresivamente aligerada desde la aparición de las
estructuras metálicas, no sin recorrer un interesante camino de transición que
podríamos identificar en proyectos como el Home Insurance Building de Chicago (2): armazón de acero y fachada de piedra o el grabado del muro en hondura tras un nuevo andamiaje. La generación posterior de tecnologías “en seco”,
ha favorecido el ensamblaje de componentes ligeros frente al apilamiento de
masas pesadas, una nueva gramática industrializada que parece desatender los orígenes del muro como mediador autorizado por
la Historia.
27 October 2014
20 October 2014
ENERGIA EN EL AIRE
El pasado 2 de octubre asistimos
en Madrid a la conferencia impartida por Philippe Rahm bajo el sugerente título
“Meteorological Architecture” (1). El arquitecto suizo afincado en París repasó
el núcleo de un trabajo largamente desarrollado, desplegando un discurso bien
aprendido, seductor, culto, historiable,
visionario hasta el extremo de lo utópico y, sin embargo, armado sobre un
ejército de mapas, gradientes, diagramas, ecuaciones y resultados procedentes
de entornos virtuales de la energía. La prometida arquitectura del aire estaba a punto de ser revelada ante la
audiencia.
13 October 2014
TRES PELDAÑOS BAJO EL JARDÍN
Decía Oíza que para descansar
había que descender tres peldaños “como mínimo” bajo el jardín (1). En realidad
lo aprendió de una clienta francesa y en relación a la posición del dormitorio,
no la estancia principal de la vivienda. Oíza siempre atento. A menudo conviene
invertir los términos y comprobar el resultado: el estar también se presenta en
ocasiones rehundido respecto el nivel del terreno, anulando la concepción Moderna del plano aéreo y elevado sobre
el paisaje: la estancia con espesor, telúrica, anidada al lugar, en su interior.
6 October 2014
EL ECLIPSE INTERIOR
Perforar el techo, horadar la estructura, socavar el jardín, encontrar finalmente las condiciones que nos propone la exterioridad y convocar a la luz: mirar con la excitación de quien descubre las estrellas por primera vez a través del ojo de la cerradura. El pequeño lucernario, a pesar de la aparente insignificancia de su abertura, habilita una pulsión vertical que conecta nuestro espacio interior con la inmensidad del afuera: una antecámara cenital en la que la luz sucede, como sucede el tiempo en el espacio situado entre las ampollas del reloj de arena.
Subscribe to:
Posts (Atom)