El curso de Proyectos Windfarms (ESAYT, UCJC 2011-12) se planteó como una aproximación al estudio del viento en Holanda, un fenómeno que ha determinado la organización heterogénea de un territorio artificial que integra con naturalidad infraestructuras energéticas con zonas de vivienda, áreas productivas y equipamientos públicos. Nos preguntábamos, en definitiva, si los paisajes de la energía y las ciudades podrían constituir un organismo unitario (en la imagen captadores de viento en Hyderabad, Pakistán), una organización autosuficiente y compleja que atienda a los grandes retos sobre los que se sustenta la viabilidad de la ciudad del futuro: energía, agua, calidad del aire, movilidad, sistemas de producción de alimentación, etc.
En los trabajos de aerodinámica civil, los datos
procedentes de la monitorización medioambiental se cotejan con los obtenidos
mediante otras técnicas de exploración y representación de lo atmosférico, que
básicamente se pueden dividir en dos grupos: pruebas empíricas o experimentales
por un lado (caracterización), y recreaciones informáticas o virtuales por otro
(simulación). Desde el curso de proyectos ‘Windfarm’ se utilizaron distintos programas
de simulación, sin embargo, la aproximación rigurosa al
fenómeno de la “caracterización” parecía algo más compleja. Con este fin se visitó el Instituto Ignacio
da Riva (IDR), ETSIA, UPM, gracias a la invitación del director del instituto,
el prestigioso ingeniero Dr. José Meseguer Ruiz (4).
La
caracterización consiste en reproducir lo más fielmente posible en un túnel de
viento, la dinámica atmosférica de un entorno geográfico real de entre 2 y 5km2. El IDR
no realiza simulaciones virtuales o informáticas, tan solo pruebas experimentales
en túnel mediante la construcción de maquetas e instrumentación de gran precisión (5). Cualquier representación
del viento es siempre una aproximación a un fenómeno complejo e impredecible.
Con el objetivo de limitar progresivamente el margen de error en el trabajo de
caracterización, el IDR participa de un proyecto europeo de monitorización
geográfica del territorio para comparar los datos recogidos ‘in situ’, con los
obtenidos en túnel de viento, analizando las diferencias con el fin de mejorar
y ajustar los sensibles instrumentos de caracterización. El proyecto aborda la
completa monitorización de una isla real en Dinamarca, sembrada de anemómetros y
sensores situados a una distancia y altura reglamentada (6). En paralelo a la
recogida de datos reales, enviados ‘on line’ desde los lejanos anemómetros, se construye
una maqueta de la isla, una topografía negra con miles de pequeñas cruces
numeradas, correspondiendo a cada una en la parte inferior un pequeño conducto
que se encargará de medir la presión en la prueba del túnel (7).
El
perfeccionamiento en las técnicas de caracterización del territorio permitirá
la instalación de infraestructuras eólicas en lugares aparentemente poco “eficientes”,
pero que con un estudio detallado pueden revelar cierto interés, sobre todo
teniendo en cuenta que los lugares del planeta mejor situados para la
instalación de dispositivos eólicos está ya ocupada: “a partir de ahora
encontrar ‘viento’ exigirá un estudio mucho más detallado y riguroso del
territorio” (8). La caracterización del territorio ha permitido estudiar, por
ejemplo, el caso de dos islas del Pacífico pertenecientes a Chile, cuya
posición generaba una serie de turbulencias causantes de numerosos accidentes
aéreos. Esta técnica también es habitual en los estudios previos a la construcción de edificios de
gran altura (9).
El
abordaje del territorio desde estos parámetros resulta, sencillamente,
fascinante: la gestión y caracterización de lo atmosférico mediante técnicas y
tecnologías propias de la ingeniería aeroespacial, abre las puertas a nuevas
metodologías de proyecto arquitectónico y estrategias para la regeneración de la ciudad, nuevas estructuras capaces de
dar respuesta al lugar no solo desde sus variables urbana y cultural, sino desde la
gestión sensible de los vectores atmosférico y climático como activos principales
de energía y recursos.
Notas:
1. David
Greene, ‘Gardener’s notebook’, en Archigram, 9, Londres 1970; compilado en
Cook, Peter (ed.), ‘Archigram’, princeton Architectural Press, Nueva York,
1999, págs. 110-115. Traducción de María Jesús Rivas.
2. Wifi, telefonía o radio.
3.
Beatriz Santamarina Campos, “Ecología y poder. El discurso medioambiental como
mercancía”, Catarata, Valencia, 2006, págs. 46-52.
4. Dr.
José Meseguer Ruiz, Catedrático de Aerodinámica en el Departamento de Vehículos
Aeroespaciales de la ETS Ingeniería Aeronáutica, Universidad Politécnica de
Madrid. Director del Instituto Universitario de Microgravedad “Ignacio Da
Riva”, de la Universidad Politécnica de Madrid.
5. La
instrumentación en túnel de viento es muy costosa debido al elevado coste de
las balanzas, sensores de presión y sistemas de velocimetría, todos ellos de
alta precisión. Los trabajos del IDR se realizan mayoritariamente para la
empresa privada.
6. Los
anemómetros e instrumentos de medición del viento de sitúan a una altura
reglada de 10m ó 100m.
7. La
factura de esta maqueta resulta de gran belleza y enorme sensibilidad.
Realizada por ingenieros, exclusivamente para los trabajos de caracterización y
ensayo, se compone de pintura negra sobre madera; la numeración y marcas son
doradas; los tubos inferiores de plástico transparente, 1mm de diámetro y 1m de
longitud.
8. Dr.
José Meseguer, entrevista con Miguel Ángel Díaz Camacho, 19 de octubre de 2011.
9. Las
cuatro torres de la Ciudad Deportiva del Real Madrid fueron sometidas a un
estudio de viento en Toronto, al no existir en Europa un túnel de viento con “capa
límite” capaz de caracterizar el entorno de los edificios.
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