12 May 2014

MODERNIDAD Y BRICOLAJE


Cuentan que Albert Frey se aficionó a la construcción de canoas de madera curvada y lona durante su juventud (1). Imaginamos la emoción de fabricar el armazón a base de cuadernas, tracas y entarimado, así como el momento de encolar convenientemente solapadas las lonas superior e inferior, de distinto gramaje, perfiladas mediante finas molduras de bronce y remachadas al armazón con tachuelas de cobre. Antes de descubrir el desierto en Palm Springs, California, antes del acero y el vidrio (2), Frey conoció esta construcción marina en seco procedente de una primera técnica naval: ¿acaso puede alguien resistirse a construir de esta manera?

En 1934 el Departamento de Nuevos Usos del Algodón contactó con A. Lawrence Kocher en Architectural Record, con el objetivo de promover la industria del algodón como material viable en la construcción de viviendas. El propio Kocher asume como propia la tarea y solicita una pequeña vivienda experimental a su entonces socio, el arquitecto Albert Frey, con la única condición de utilizar el algodón en todas las situaciones constructivas posibles: la industria donaría las diferentes lonas para probar su resistencia, comportamiento y durabilidad. Sobre los paneles de madera de secuoya dispuestos en diagonal, se procede a la fijación de gruesos e impermeables lienzos de lona, estructurados en tres bandas horizontales colocadas de abajo hacia arriba. El interior de la vivienda también se resuelve con paramentos y pavimentos de otros tipos de lona: un atuendo blanco para el armazón (3).

La casa y el barco han intercambiado técnicas y componentes con cierta naturalidad en el pasado. Peter Cook recuerda cómo sus abuelos le contaban sobre la re-construcción de barcos con las cubiertas de las casas (y viceversa) en los tiempos de escasez, finales del S. XIX en su Southend-on-Sea natal. Interesa aquí la componente efímera e intercambiable de las técnicas ligeras presentes en ambas estructuras, el ingenio de la retornabilidad o el establecimiento de sistemas flexibles y anónimos de construcción colectiva: la “arquitectura blanda” (4). Reconforta encontrar un instante tan delicioso de la historia de la arquitectura como el que representa la casa Kocher, un momento previo a la industrialización en el que todavía se importan técnicas presentes en la construcción artesanal de objetos, como una canoa, para producir una arquitectura completamente nueva, en este caso aprendida directamente en el estudio de Le Corbusier: un ejercicio común a la Modernidad y el Bricolaje (5).

NOTAS

(1) Frey pasó parte de su juventud en Zúrich, donde forma parte del equipo local de remo. Posteriormente se traslada a Winterthur, Suiza, para ingresar en la Escuela de Ingeniería hasta los 25 años, cuando se traslada a París para trabajar en el proyecto de la Villa Savoye en el estudio de Le Corbusier.  Ver Singer, Mike, “The Father of Desert Modernism, Albert Frey, at Palm Springs”, The American Institute of Architects, www.aia.org 
(2) La primera visita de Albert Frey a Palm Springs también tiene lugar en 1934. Impresionado por la fuerza del desierto, las montañas o las rocas del lugar, establece allí su residencia, fotografiada por Julius Shulman en 1953.
(3) Para más información sobre la construcción de la casa Kocher ver F.R.S. York, The Modern House, London, The Architectural Press, 1935.
(4) Peter Cook se refiere a este modelo de construcción ligera, tecnología local, carácter colectivo y bajo impacto ambiental como arquitectura blanda. La arquitectura dura sería entonces pesada, respondería al interés de una única persona, de carácter monumental representaría al poder, etc., y pone como ejemplo El Escorial. Peter Cook, ESAYT, UCJC, conferencia 2 de octubre 2009.
(5) Resulta simpática la procedencia francesa del término, bricolage, e interesa sobre todo su condición de actividad manual sin participación profesional. Ver Diccionario de la Lengua Española RAE.


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