22 December 2022

LA TRANSFORMACIÓN DE UN CUERPO NECESARIAMENTE ANTERIOR.















Que la rehabilitación es una tarea pendiente, es algo plenamente asumido por la ciudadanía, instituciones públicas, colectivos profesionales e industria de la construcción. Solo desde la activación de la materia y la energía acumulada en miles de edificaciones existentes, podremos atender los retos económicos, urbanos, sociales y ambientales a los que nos enfrentamos. Desde un punto de vista disciplinar, la clave de este necesario ejercicio de postproducción será encontrar el modelo -o modelos- de actuación más allá de cualquier “eficentrismo”, teniendo en cuenta factores como la habitabilidad o las reactivaciones urbanas, también el plan material y su relación con la economía circular entendida desde lógicas no extractivas. Con la rehabilitación la arquitectura vuelve a la carga.

Hace poco recordamos en el estudio nuestro primer “Primer Premio” en 2001 (con Jorge Valseca), la rehabilitación de una antigua cetárea para su transformación en club náutico en Bueu, Pontevedra. En realidad, las bases permitían la demolición de la precaria edificación, de hecho, en aquel momento fue la solución más repetida entre las numerosas propuestas, algunas gestuales, con parecidos razonables a los célebres iconos del momento. En nuestro caso, la antigua nave fue conservada, reconvertida en forma de pequeño almacén de traineras e instalaciones asociadas para el Club Do Mar Bueu. El ahorro generado revertía en la regeneración del espacio público, conectando las playas de Pescadoira y Petís. Como materiales principales, piedra reutilizada y catálogo de elementos en madera de Galicia. 2001: una odisea en la Ría de Pontevedra.

A lo largo de estos años hemos abordado numerosos proyectos de rehabilitación, trabajando desde estrategias similares a aquella primera intuición de juventud. La valoración de la preexistencia exige un aprendizaje, un reconocimiento, un esfuerzo para fundar un organismo nuevo mediante la transformación de un cuerpo necesariamente anterior. En 2022, el antiguo cuartel militar británico Duque de Crillon en Es Castell, Menorca, y su adecuación como una unidad de convivencia para personas mayores; el quebradizo colegio Pío XII de Parla, que acogerá un nuevo centro educacional gestionado por varias instituciones y parte del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP), MITMA, fondos Next Generation EU. También este mismo año hemos comenzado la obra de rehabilitación del edificio histórico Castellana 19 (con Ruiz-Larrea) y el proyecto de rehabilitación de la Iglesia de los Desamparados en San Cristóbal, Madrid, con el objetivo de transformar la cubierta del templo en una cooperativa fotovoltaica.

Alejados de la conformidad o la complacencia, pensamos que la rehabilitación de vivienda debe ser nuestro objetivo prioritario y común para los próximos años. Las periferias, en nuestro caso de estudio la periferia sur de Madrid, necesitan primero un plan regional, y después una agenda urbana que coordine las intervenciones y establezca un modelo particular y viable para la regeneración de barrios; solo entonces se podrán desplegar los planes materiales y catálogos técnicos necesarios en este tipo de transformaciones: avances en la construcción en seco y la industrialización de procesos reducen la incertidumbre, en términos de inversión, y acortan sustancialmente los plazos de ejecución. Rehabilitar es avanzar. Rehabilitar es cuidar la vida de las cosas, hacer que sirvan más tiempo y mejor a la sociedad. Si con ello atendemos además cuestiones culturales, sociales, urbanas y ambientales, habremos cuidado también la vida de nosotros mismos, humanos y no humanos, la vida de rostros y cuerpos aún por venir. Cuidar y ser cuidados: he ahí un buen propósito para 2023.

¡Felices Fiestas!

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