Según el filósofo francés Gilles Lipovetsky, existen dos fuerzas o lógicas estructurantes del mundo actual (1): la del individualismo que solo tiene derechos, fundamentalmente el derecho a consumir, base del hombre hipermoderno y que busca la ligereza, las emociones, la novedad como parte fundamental de la cultura hedonista; y por otro lado, la ciencia -o si se prefiere la técnica en el sentido Heideggeriano-, la medida, la monitorización, el cálculo infinitesimal de casi todo, que ha permitido instrumentalizar el mundo y que evidencia cuestiones irreconciliables por incompatibles, como el agotamiento de los recursos, la pérdida de biodiversidad, la obesidad de los residuos o la progresiva emergencia climática (2).
Desde una perspectiva urbana y ante una tendencia actual como, por ejemplo,
la renaturalización de las ciudades, encontraremos cientos de artículos
académicos y estudios científicos sobre la idoneidad de recuperar la naturaleza
en los centros urbanos: el CO2 que atrapa la raíz de un madroño adulto, el
vapor de agua que genera una hoja de fresno, los watios por metro cuadrado que puede
absorber un bosquecillo de plátanos de sombra. La ciencia y sus
microscopios. Ya en 1979 John Fowles cuestionaba la utilidad de una ciencia que
se basa exclusivamente en el estudio de la naturaleza desde el aislamiento o la
taxonomía, en favor de una apertura holística y transversal, una aprehensión total
casi salvaje (3). En realidad, la aproximación fenomenológica de Fowles resulta
complementaria y compatible con la excelencia científico-técnica, si bien a la
hora de tomar decisiones nos basemos fundamentalmente en las certezas (pensamos
ahora) incuestionables (4).
Y llama la atención, porque la presencia de la naturaleza en nuestro día a
día determina eso que Juhani Pallasmaa define como “sinceridad existencial”,
configurando un tiempo lento y un espacio multisensorial (5): más allá de los
instrumentos que hemos creado para tratar de comprender y racionalizar el
mundo, existe el encuentro directo y fenomenológico del ser con el medio sin
artefactos interpuestos, el hecho sobrecogedor y difícilmente mensurable de los
paisajes cotidianos. Merece la pena recordar la descripción de Tomelloso como
paraíso en la memoria de Antonio López: “Tomelloso, para un niño en los años
cuarenta, era algo precioso. Además, el campo estaba al lado. Salías y ya
estabas en el campo […] nos bañábamos en unos riachuelos que había por allí
cuando llovía. Una vida fantástica” (6). Una vida de vacación interminable, de
noche fresca y estrellada con nuestras espaldas pegadas a un suelo todavía templado,
virgen, alimenticio.
Parece difícil -casi extravagante- tratar de invocar la mejor versión de
una ciudad en los tiempos hipermodernos de Lipovetsky. Sin duda, esta
podría surgir de las sinergias y oportunidades que ofrecen las diversas formas
de (re)conocimiento y exploración del mundo desde múltiples y variables tipos
de inteligencia y sensibilidad. Entre la ciencia y la poesía, tiene cabida -yo
me atrevo a sugerir- una ciudad que nos permita enfrentarnos a la naturaleza sin
afectos ni artefactos, sin edulcorantes ni registros; una ciudad que favorezca el
crecimiento natural de todas las personas y seres vivos sin excepción. La
ciudad de los buenos recuerdos: la mejor versión de la ciudad.
Imagen: Madrid desde Capitán Haya. Antonio López 1987-96. Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía (Madrid). Ver detalle:
https://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/madrid-desde-capitan-haya
NOTAS.
(1) Gilles Lipovetsky, Los tiempos hipermodernos, Barcelona, Anagrama,
2006.
(2) La sostenibilidad “hedonista” planteada por empresas como BIG,
entelequia formulada por alguien que reconoce (inteligente) las dos fuerzas
estructurantes de Lipovetsky, funciona mejor en lo comercial que en lo
científico.
(3) The Tree, John Fowles. Ecco Press, 1979.
(4) Tal vez herramientas como la visión (participación) ciudadana puedan
aliviar este desequilibrio. Ver Sennett, Richard. Building and Dwelling. Ethics
for the City. Farrar, Straus and Giroux, New York, 2018.
(5) Juhani Pallasmaa https://commonedge.org/juhani-pallasmaa-architecture-is-a-verb/
(6) Antonio López, Diez horas con Antonio López, Madrid, La Fábrica, 2022,
págs.12-15.
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