La geometría del hueco
incide simultáneamente tanto en la variable perceptiva interior – exterior,
como en la iluminación de una estancia o la propia solución constructiva de la
envolvente. El tradicional hueco vertical, asociado a la construcción de muros
portantes, define un umbral espacial y emocional entre la naturaleza exterior y
el espacio interior en penumbra; el hueco horizontal propuesto por Le Corbusier
durante los primeros años 20, habilita una iluminación homogénea y brillante al
tiempo que representa ‘la fachada libre’, el triunfo de la técnica que habilita
la independencia entre cerramiento y estructura (1).
Merece la pena detenerse en
esta identificación entre hombre y ventana propuesta por Perret hace ahora casi
100 años. La condición erguida del cuerpo humano, nuestra conquista milenaria
de la verticalidad, se reconocería entonces en (al menos) dos elementos
arquitectónicos fundamentales: el hueco y la columna, habitantes bien definidos
en la arquitectura de ambos maestros (5). ¿Pero acaso la ventana horizontal de
la ‘Petit Maison’ no supone la mejor de las compañías? ¿No debería ser la
ventana un compañero, un aliado siempre, un confidente del mundo? El proyecto
de arquitectura consiste así en la configuración de una imaginaria lista de
invitados, la convocatoria de presencias irrenunciables en la celebración del
espacio, la luz y la vida. Proyectar una ventana supone siempre elegir a un amigo.
NOTAS
(1) La propuesta del hueco
horizontal moderno establece, más
allá de cuestiones constructivas, lumínicas o paisajísticas, una profunda
alteración de la tradicional cultura del habitar, en el sentido antropológico
del término.
(2) Ver Blanca Lleó, “Dos esquinas y una polémica”, Circo 41, 1997.
(3) Ver Bruno Reichlin, “Une petite maison sul lago. La
controversia Perret-Le Corbusier”, Lotus Internacional nº60, 1988, p. 58-83.
(4) Auguste Perret. Ibídem,
pág. 63.
(5) Si la ventana vertical
supone la aparición de un habitante en la obra de Perret, la columna interior
(el piloti) supone la asistencia de un compañero silente y perdurable en la
obra de Le Corbusier.
Croquis: MADC
Una reflexión interesante. Yo creo que las mejores ventanas, sean verticales u horizontales, deben ser un "lugar-ventana" tal como lo definió Christopher Alexander (http://tinyurl.com/me795b2)
ReplyDeleteSaludos y ehorabuena por el excelente blog!
Iago López
Gracias por el comentario Iago, estoy muy de acuerdo con lo que planteas de la ventana como "lugar", hace tiempo escribíamos sobre la ventana precisamente como "espacio en el espacio", te dejo el enlace esperando sea de tu interés, saludos!!! http://madc-texts.blogspot.com.es/2014/05/espacio-en-el-espacio.html
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